jueves, 12 de julio de 2018

El efecto Golem






"Ciertamente, el Efecto Pigmalión describe la forma en que las creencias que una persona tiene sobre otra pueden influir en el rendimiento de ésta. Es decir, si un empleado recibe la continua aceptación de su jefe es muy probable que su rendimiento se oriente hacia el alto desempeño. Un empleado bien conceptuado por los niveles jerárquicos superiores se compromete más, se vuelve más responsable, proactivo, eficiente, etc.
Por el contrario, un empleado menospreciado tiende a disminuir su compromiso con el trabajo que ejecuta. Este último fenómeno es conocido como Efecto Golem, el cual describe el proceso por medio del cual los seres humanos tendemos a plasmar en la realidad las expectativas negativas que nos atribuyen los demás."



   ¡Hola colegas! Para darles un empujoncito a todos aquellos que laboralmente pasan dificultades, quise compartirles este fragmento de algo que encontré en internet. Durante muchos años he trabajado en la traducción de dos libros para ayudar a mi padre que desde joven trabajó asociado al rubro industrial y que luego de incontables decepciones laborales se dio por vencido para dedicarse a vivir deprimido en mi casa y mantenido por mi madre que tomó a su cargo toda la sustentación de la familia y aún lo hace, en Argentina. Uno de esos libros habla de los adultos irresponsables y se titularía en español algo así como "El síndrome de Peter Pan: Hombres que nunca crecieron". El otro se titularía en español algo así como "Cómo piensa un hombre". Desde hace mucho tiempo me pareció una combinación genial, porque uno le ayudaría a superar su infantilidad y el otro a desarrollar su éxito como un adulto.
   Desde que llegué a Chile, he pasado por varias etapas, y la principal y la más grande y abarcativa ha sido la de ganar una cantidad de dinero más grande que la que jamás había generado antes y aprender a gestionarlo; aprender a invertir, a decidir sobre el costo de muchos objetos y bienes consumibles y demostrar esto a los demás.
   Como independiente y responsable de mi propio emprendimiento, esto ha sido de suma importancia para generar y retener clientes y ser recomendado.
   En definitiva, que mi vida en este país, en cuanto a lo laboral se ha dividido entre el emprendedurismo de llevar adelante mi propia empresa unipersonal y el de ser empleado por otros profesionales del rubro. Y que por fallar en el momento de mantenerme en movimiento y generar ingresos o por realizar trabajos por menor monto al que era necesario, he caído en la necesidad de ser empleado. Y que esto segundo ha sido bueno para continuar generando experiencia, pero no me ha generado ningún fruto más que enseñarme la necesidad de dejar de ser empleado. ¿Por qué? Por lo que he comentado más arriba (que no es casualidad) sobre mi padre... La mayoría de personas en este rubro se comportan como niños, no tienen gran educación e ignoran de todo lo que requieren mentalmente para lograr un verdadero éxito. Eso sumado a la extrema competitivad y el egocentrismo, es una combinación explosiva. Y eso es lo que ocurre, al empleado lo explotan. Y que lo explotan, quiere decir que lo destruyen; como persona lo reducen al mínimo y lo deshaucian, haciéndole creer que es inútil, inservible y sin capacidad de crecer. Lo reducen al servilismo, destruyen sus sueños e ilusiones uno a uno y lo convencen de que su única finalidad es levantarse al día siguiente para volver a trabajar como empleado. Si no obedece a estos contraestímulos, lo castigan. ¿Cómo? Fácil, con dinero. Sin dinero la persona pasa hambre, se le generan problemas de diferente índole, desde la clandestinidad de sus acciones hasta discusiones familiares, sin dinero la persona no accede a la cultura, no sale de su burbuja laboral, se mantiene adormecido, no conoce nada nuevo y comienza a mirar con recelo a todo el que vive una realidad diferente de él; piensa que el dinero es algo prohibido, que la riqueza es algo malvado y que todo el que tiene riqueza es malvadao también... Lo acorralan, lo aíslan, lo dejan solo y abandonado por todas las personas que alguna vez lo apoyaron, que ya no quieren saber sus penas ni compartirlas. Y así, el empleador lo convence de que él es el único que lo sostiene y lo alienta y que por ello le debe lealtad y agradecimiento. Y así continúa usándolo... Una verdadera reducción a la servidumbre.
   Recuerden, su mente es como un taller lleno de fierros, y ustedes pueden construir miles de cosas servibles y bellas con ellos. Pero si los descuidan, el óxido va a apoderarse de esos fierros y destruirlos. Y con el tiempo ya nada podrá hacerse de ellos. Recuerden esto y ténganlo en cuenta: Por más confianza que se tengan y bien que hagan las cosas, otra persona que constantemente luche por convencerlos de lo mal que las hacen, terminará por destruir toda su confianza e incrementar sus errores y sus fallas, hasta que esos mismos errores y fallas los destruyan a ustedes. No duden en salir de allí donde los maltraten. No se queden junto a personas que hablen mal de sus capacidades y los juzguen constantemente. Nada tienen que hacer ahí donde no los valoren. Sigan en otro lugar, busquen personas razonables, no teman pasar necesidad. La necesidad no es mala, pero venderla a cambio de unas monedas sí lo es.
   He visto caer en esta servidumbre a personas de todas las edades, de todas las educaciones, de todas las pudencias. No se engañen. La única verdad es confiar en ustedes y allí donde duden de la manera en que los traten, salgan de ahí lo antes posible.

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